¿QUÉ ES “EL INTERNET DE LAS COSAS”?

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Una nevera, un monitor cardíaco, un teléfono móvil, un panel solar ¿qué podrían tener en común? La respuesta es el llamado “internet de las cosas” o IoT. Desde hace años éste es un concepto que leemos o usamos, quizás sin conocer muy bien de qué se trata.

El internet de las cosas es un sistema de objetos interrelacionados, conectados a la red, que pueden recopilar y transferir datos sin intervención humana. De esto puede deducirse que sus posibilidades son infinitas. 

El IdC está totalmente integrado en nuestra vida cotidiana. Está en nuestras casas, en la calles, en las oficinas, en los centros educativos y de salud. En total, el ecosistema masivo de cosas interconectadas ascenderá a 21.500 millones de unidades en todo el mundo para 2025, de acuerdo con proyecciones de Statista. 

Varias innovaciones importantes fomentaron la evolución del internet de las cosas. Por ejemplo, el revolucionario caso de una nevera conectada a Internet presentada por LG Electronics en 2000, que permitía a sus usuarios comprar en línea y hacer videollamadas. Otro desarrollo esencial fue un pequeño robot con forma de conejo llamado Nabaztag creado en 2005, que era capaz de contar las últimas noticias, el pronóstico del tiempo y los cambios del mercado de valores. 

Cada vez más, las organizaciones en una variedad de industrias están utilizando IoT para operar de manera más eficiente, comprender mejor a los clientes y así brindar nuevos servicios o mejorar los actuales, optimizar la toma de decisiones y aumentar el valor del negocio. 

También están apareciendo nuevas áreas en las intersecciones entre tecnologías interconectadas y diversas industrias: 

● IoT de equipos médicos 

● La Industria 4.0 

● El vehículo conectado 

● Smartcities: Ciudades y edificios inteligentes 

● Movilidad 

● Agricultura inteligente 

● Smart Retail 

Además de ofrecer dispositivos inteligentes para automatizar hogares, IoT es esencial para los negocios. Esta tecnología proporciona a las empresas una visión en tiempo real sobre cómo funcionan realmente sus sistemas, brindando todo tipo de información: desde el rendimiento de las máquinas hasta la cadena de suministro y las operaciones logísticas. 

La IoT permite a las empresas automatizar procesos y reducir los costos laborales. También reduce el desperdicio y mejora la prestación de servicios, lo que hace que sea menos costoso fabricar y entregar bienes, además de ofrecer transparencia en las transacciones de los clientes. En global, sin obviar el creciente control sobre sus vidas, el Internet de las cosas ayuda a las personas a vivir y a trabajar de manera más inteligente. 

Sirven como ejemplo dos de los proyectos que tenemos ya establecidos en nuestra sociedad como EcoBlu (https://www.electricrg.com) o Ixorigué (https://www.ixorigue.com).